UNA EMPRESA CONSTRUIDA DESDE LA FAMILIA

Nogales, AZ– Fue hace casi 16 años cuando se formó la compañía Divine Flavor, y se enviaron los primeros productos a los supermercados. Fue en el año 2006 cuando el CEO de Grupo Alta, Alan Aguirre, y Carlos Bon, Gerente de Ventas (en ese momento), unieron fuerzas con Pedro Batiz para crear una marca que, eventualmente, llegaría a ser conocida como el productor/exportador más grande de México de uvas de mesa y pimientos. Estos caballeros, además de los años de experiencia y antecedentes en la industria de productos agrícolas; tenían otra cosa en común, cada uno de ellos provenía de la misma familia. Fue esta conexión la que contribuyó al éxito de la empresa en los primeros años, pero más tarde y a medida que la empresa crecía, se convertiría en un tema central para la fundación agrícola de Divine Flavor: trabajar con otros productores orientados a la familia que creen y representan los mismos valores que la empresa Divine Flavor.

En la región de Caborca ​​de Sonora, un área importante para la última parte del programa de uva de México, se encuentra un grupo de productores que cosechan y empacan uvas para la marca de Divine Flavor. Uno de esos productores es El Parral, un agricultor multigeneracional que ha estado trabajando con Divine Flavor durante casi una década. La mayor parte de la producción de uva de Divine Flavor proviene de los viñedos de Grupo Alta, pero a medida que la demanda ha crecido y para ayudar mejor a la última etapa de la temporada de uva de Sonora, Divine Flavor ha establecido alianzas estratégicas con productores experimentados en varias regiones de Sonora.

“Tener fuertes raíces familiares ha sido un factor esencial para nuestro éxito en Grupo Alta y Divine Flavor”, dijo Carlos Bon, Vicepresidente de Ventas de Divine Flavor.

“Si miras a algunos de los productores más exitosos aquí en México, todos provienen de buenas familias y la razón de su longevidad es que las empresas orientadas a la familia tienen lazos más fuertes dentro de su organización, tienen más pasión y su dedicación produce excelentes resultados, que es lo que buscamos cuando trabajamos con socios externos”, menciona Bon.

El Parral, se formó a principios de la década de 1980 por Juan Ángel Juárez Aviña, y en ese momento, fue uno de los primeros productores de uva Thompsons en la región de Caborca. Fue un período muy desafiante para ellos, al igual que con muchos productores que querían cultivar uvas en los años 80. Fue difícil encontrar empresas que compraran las uvas y las distribuyeran. Sin embargo, con el paso de los años, Juan Ángel pudo manejar la empresa a través de la adversidad y finalmente le pasó la antorcha a su hija Beatriz Juárez Gutiérrez, quien ahora es la dueña actual, y a su nieto, Juan Gonzalo Balderas Juárez, quien actúa como el director general de la empresa. En 2016, Juan Gonzalo conoció a Carlos Bon y, desde entonces, El Parral trabaja con el equipo de Divine Flavor.

“Divine Flavor representa lo mejor del mercado en lo que respecta a uvas y sus otros productos, y trabajar con ellos ha sido una gran oportunidad para nuestra empresa”, dijo Juan Gonzalo.

“Como productor, uno de los factores más importantes siempre será el precio, pero para trabajar con Divine Flavor tienes que cumplir con un cierto nivel de expectativas y cumplir con todos los requisitos para empacar con su etiqueta. La impresión más grande que tengo con ellos es que nos empujan a ser mejores productores y pasar al siguiente nivel como lo hacen con sus granjas en Grupo Alta, y para nosotros, todo el trabajo duro vale la pena”.

Hablando con Beatriz Juarez Gutiérrez, ella menciona que el viaje de la empresa ha sido un camino largo y desafiante, pero su compromiso con su finca y las personas que trabajan allí, son una de las principales razones por las que la empresa es lo que es hoy.

“En nuestra empresa, no etiquetamos a nuestra gente como trabajadores; nos referimos a todo nuestro personal como colaboradores”, dijo Juarez Gutiérrez.

“Algo que queremos, y creo que lo hemos logrado, es que cada colaborador sepa y se sienta parte del equipo y de la familia El Parral.”

Beatriz comenzó como asistente administrativa de su padre, pero finalmente asumió el cargo en 1986 cuando su padre estaba lidiando con problemas de salud. Durante los siguientes 16 años, dirigió y operó El Parral hasta que su hijo, Juan Gonzalo, se incorporó en 2002.

“Doy gracias a Dios que pude preparar a mi hijo Juan para este negocio, ver cómo ha desarrollado una pasión por cultivar uvas a lo largo de los años, y continuar con nuestro negocio familiar”, Juarez Gutiérrez.

“Cuando Juan me contó por primera vez sobre nuestra nueva asociación con Divine Flavor y que habló con Carlos Bon Jr., me dio mucha confianza ya que conocí a su padre, Carlos Bon Sr., quien era un hombre excepcional en esta industria”.

El Parral es uno de los muchos socios agrícolas del grupo Divine Flavor y cada uno de ellos tiene su propia historia de cómo nació su negocio. Para la empresa de comercialización y distribución, su visión de ser un proveedor de todos sus productos, durante todo el año, se ha vuelto mucho más una realidad en las últimas temporadas; esto debido a las asociaciones que han creado a lo largo de los años con otros agricultores orientados a la familia.

“Trabajamos y operamos en una industria muy desafiante”, dijo Bon. “Estamos muy orgullosos de los socios que tenemos, que complementan nuestras granjas y que nos han permitido crecer hasta convertirnos en lo que somos hoy. Son una gran parte de este grupo y más aún, son parte de nuestra familia Divine Flavor”.

For more information, please contact:
Michael DuPuis
Public Relations Coordinator
+1 (520)-281-8328
mdupuis@divineflavor.com