“Es nuestra responsabilidad tener información clara y práctica para rastrear la ruta de nuestro producto”, dijo Almejo al explicar la responsabilidad del productor en este proceso. “Debemos ser consistentes con nuestros equipos y asegurarnos de que tengamos la información necesaria en cada paso del proceso. Esto nos permite reaccionar rápidamente si surgiera alguna situación”. También mencionó que sus equipos realizan simulacros mensuales para practicar el proceso de seguimiento del producto desde el cliente final hasta los invernaderos de los que provienen.

En la temporada 2018-2019, se informó que las enfermedades transmitidas por los alimentos en los Estados Unidos registraron un máximo histórico (casi 26,000) y que la industria experimentó la mayor cantidad de brotes en más de una década. Las agencias como la FDA y los CDC, además de los clientes están más alertas a los informes que el año pasado, por lo que los agricultores están renovando sus programas de inocuidad e integrando nuevos sistemas de trazabilidad con mejor tecnología para estar más preparados.

“Tener una trazabilidad precisa es crucial porque nos permite identificar qué, dónde, cuándo, por qué y cómo surge el problema”, explicó Camacho. “No sólo para problemas de contaminación, también si hubiera algún problema con la calidad del producto, podemos evitarlos al saber de cuál invernadero proviene el producto. La trazabilidad es una herramienta poderosa para evitar que los problemas se agraven”.

AC1 Cueto y Agrícola Cueto Produce son proveedores de productos de invernadero para Divine Flavor, especializados en pimientos orgánicos y convencionales, mini pimientos y tomates uva. Estas compañías comenzarán su cosecha en las próximas semanas.